¿Sistema nervioso desregulado? Descubre las causas y soluciones

¿Qué es el sistema nervioso desregulado?

El sistema nervioso es como el director de orquesta de nuestro cuerpo: coordina cada respuesta emocional, física y cognitiva para mantener el equilibrio interno frente a los estímulos externos. Normalmente, el sistema nervioso autónomo alterna entre dos estados: el sistema simpático, que nos prepara para la acción (respuesta de «lucha o huida»), y el sistema parasimpático, que nos relaja y permite la recuperación (respuesta de «descansar y digerir»).

Cuando todo está en equilibrio, somos capaces de manejar el estrés, mantener un ritmo cardíaco saludable y disfrutar de estabilidad emocional. Sin embargo, un sistema nervioso desregulado puede «quedarse atrapado» en un estado de hiperactividad (ansiedad, insomnio) o hipoactividad (apatía, fatiga), afectando tanto nuestra salud física como mental.

Importancia de un sistema nervioso equilibrado

Un sistema nervioso regulado es clave para nuestra calidad de vida. Cuando funciona correctamente:

  • Nuestra mente está clara. Nos sentimos tranquilos, concentrados y capaces de tomar decisiones.
  • Nuestro cuerpo está en armonía. Ritmo cardíaco, digestión y sueño transcurren sin problemas.
  • Manejamos mejor el estrés. Podemos enfrentarnos a desafíos sin sentirnos abrumados.

Un sistema nervioso equilibrado actúa como un «escudo» contra los efectos negativos del estrés y nos ayuda a mantener relaciones saludables y una perspectiva positiva ante la vida.

 

 

La desregulación del sistema nervioso es un problema creciente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos relacionados con el estrés y la ansiedad afectan a más de 300 millones de personas en el mundo. Además, un estudio publicado en Frontiers in Psychology reveló que la exposición prolongada al estrés puede aumentar significativamente el riesgo de desregulación nerviosa, especialmente en sociedades modernas donde el ritmo de vida es frenético.

Causas 

  1. Estrés crónico
    El estrés constante activa repetidamente el sistema simpático, dejando poco espacio para la recuperación. Esto lleva a una sobrecarga que puede manifestarse en problemas físicos y emocionales como insomnio, hipertensión y ansiedad.
  2. Traumas
    Las experiencias traumáticas, especialmente en la infancia, pueden dejar una huella duradera en el sistema nervioso. Estos eventos pueden «hipersensibilizar» al cerebro y provocar respuestas desproporcionadas incluso ante estímulos menores.
  3. Desequilibrios químicos
    Neurotransmisores como la serotonina y la dopamina desempeñan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo. Un desequilibrio en estas sustancias puede contribuir a la desregulación nerviosa, resultando en ansiedad, depresión y falta de motivación.
  4. Hábitos de vida
    Factores como la falta de sueño, una dieta pobre en nutrientes, la inactividad física y el consumo de sustancias psicoactivas (como alcohol y cafeína) contribuyen significativamente a la desregulación del sistema nervioso.

Síntomas 

  1. Físicos
  • Dolor crónico.
  • Fatiga constante.
  • Problemas digestivos como síndrome del intestino irritable.
  • Alteraciones en el sueño, como insomnio o dificultad para mantener un sueño reparador.
  1. Emocionales
  • Ansiedad, con sensación constante de estar «al límite».
  • Depresión o falta de motivación.
  • Irritabilidad o cambios de humor repentinos.
  1. Cognitivos
  • Dificultad para concentrarse o problemas de memoria.
  • Pensamientos intrusivos y rumiación.

Consecuencias 

  1. Impacto en la salud mental
    La desregulación está directamente relacionada con trastornos como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y la depresión mayor.
  2. Impacto en la salud física
    Las consecuencias físicas incluyen enfermedades como hipertensión, enfermedades cardíacas y trastornos autoinmunes, debido a la inflamación crónica provocada por el estrés sostenido.
  3. Impacto en las relaciones
    Un sistema nervioso desregulado puede dificultar la comunicación, generar conflictos y disminuir la empatía, afectando tanto relaciones personales como laborales.

Estrategias para regular el sistema nervioso

  1. Técnicas de relajación
  • Respiración profunda: Practica inhalar durante 4 segundos, retener el aire 4 segundos y exhalar durante 6-8 segundos.
  • Meditación y mindfulness: Fomenta la calma y reduce la hiperactividad simpática.
  1. Terapia
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a reestructurar patrones de pensamiento desadaptativos.
  • EMDR: Especialmente útil para abordar traumas.
  • Terapias somáticas: Enfocadas en liberar tensiones acumuladas en el cuerpo.
  1. Ejercicio físico
    El movimiento regular, especialmente el ejercicio aeróbico, reduce los niveles de cortisol y promueve la liberación de endorfinas, equilibrando el sistema nervioso.
  2. Alimentación saludable
    Consume alimentos ricos en omega-3, magnesio y vitamina B, que apoyan la salud del sistema nervioso. Evita alimentos procesados, azúcares refinados y cafeína en exceso.
  3. Sueño de calidad
    Establece una rutina de sueño consistente, limita el uso de pantallas antes de acostarte y crea un ambiente propicio para el descanso (oscuro, silencioso y fresco).

 

 

Un sistema nervioso desregulado puede ser una carga invisible que afecta todos los aspectos de la vida. Sin embargo, con el enfoque adecuado y un compromiso con el autocuidado, es posible recuperar el equilibrio y mejorar tanto la salud física como mental. Prioriza técnicas que promuevan la relajación, hábitos de vida saludables y, si es necesario, busca apoyo profesional. Al final, un sistema nervioso regulado no solo es una meta, sino una herramienta para vivir una vida plena y en armonía.

 

Si tienes dudas sobre si tienes el sistema nervioso desregulado, puedes hacer nuestro test o solicitar una consulta conmigo.